Alfa y Omega: Entonces, para contraer matrimonio en el mandato que dice: Harás una sola carne, significa un solo matrimonio, había que saberse de memoria dentro de la individualidad, el Evangelio; primero, en todo orden de cosas imaginables está Dios; en lo que sea.
Hermano: Hermano, ¿un individuo mental, es un bienaventurado también?
Alfa y Omega: ¿Cuál?
Hermano: Un individuo mental, una persona mayor de lo que…
Alfa y Omega: ¿Un enfermo?
Hermano: Un enfermo mental, pero a nivel (ininteligible)
Alfa y Omega: No, esas son pruebas.
Hermano: ¿No es bienaventurado?
Alfa y Omega: No.
Hermano: Actua como… un niño.
Alfa y Omega: Siempre que sean niños.
Hermano: No, mayor
Alfa y Omega: ¡Ah!, no.
Hermana: … digamos, una parálisis cerebral…
Alfa y Omega: No; esas son pruebas, que son juzgadas como adultos, no como niños; si es niño sí, hasta los doce años; este número doce, fue representado en los apóstoles… doce individualidades.
Hermana: Hay muchos niños… hay muchos niños que antes de los doce, son peor que un adulto.
Alfa y Omega: Sí, pero el Padre…
Hermana: ¿Por qué van a ser bienaventurados?
Alfa y Omega: Es que el Padre es el que fija las Leyes, no el ser humano; a mí también me pareció excesivo, pero Él lo fija en doce.
Hermana: Hay muchos niños (ininteligible)… que son malos.
Alfa y Omega: Él lo fija en 12.
Hermano: Al referirse usted al Padre… al Padre; … podría explicarme a quién se refiere exactamente.
Alfa y Omega: El Padre…
Hermano: A Dios, al Hijo de Dios, a Jesucristo…
Alfa y Omega: Bueno, aquí hay un conocimiento que usted no lo sabía; ahora lo va saber, porque la revelación de Dios se llama Revelación, porque trae cosas nuevas; si la Revelación de Dios explicara lo que los hombres saben, no sería Revelación, porque ya se sabe. Esa es la diferencia que hay entre una forma de fe, y una Revelación; todo tiene psicología de conocimiento, psicología de religión, psicología de Revelación, psicología de fe; hay que separar las cosas, cada cosa en su sitio; entonces, eh… ¿cuál es su pregunta?
Hermano: Referente al Padre…
Alfa y Omega: ¡Ah!, el Eterno, se hace llamar: Soy el que Soy, como está en el Evangelio, ¿por qué hijo? —dice—, porque para unos soy Alá, para otros soy Mahoma, para otros soy El Señor, para otros soy El Todopoderoso, etc., etc., soy el mismo Dios.
Hermana: (ininteligible) se refiere a Jesucristo o Moisés.
Alfa y Omega: ¡Ah!, aquí tocamos el punto de la Trinidad del Padre; todo tiene Trinidad en el universo, nosotros somos Trinidad humana en el Padre.
Hermana: Osea, José es Jesucristo.
Alfa y Omega: ¡Ah!
Hermana: ¿José es Jesucristo?
Alfa y Omega: No, Moisés es Jesucristo.
Hermana: ¿Moisés es Cristo?
Alfa y Omega: Moisés; por eso es que tenían los mismos poderes; entonces, eh, el Padre está en el Hijo, y el Hijo está en el Padre; eso es Ley Solar, no es humana; se manifiestan en todos los mundos, y conservan sus libres albedríos, estando el uno en el otro.
Hermana: ¿Se presenta como una persona o individualmente?
Alfa y Omega: No. Se presenta según como escogen las Leyes ellos; pero para este mundo se presenta como una persona.
Hermana: ¿Como quién?
Alfa y Omega: Igual como una persona; no doble, ni triple, (ininteligible)
Hermana: No, pero es que …
Alfa y Omega: Es como una pelota dentro de otra, y usted ve una pelota y hay dos.
Hermano: Esta bien, pero ¿de quién hablamos?, de Dios, osea Dios es el mismo Padre.
Alfa y Omega: Justo, dice el Padre lo siguiente: Todos los que se dirigen a Dios, se dirigen al Hijo o a la Madre, es lo mismo; los tres son igualitarios en poderes.
Hermano: Osea, es una misma persona.
Alfa y Omega: Sí.
Hermano: Ahora, eh… usted, personalmente… o los que profesan —digamos— ésta… esta doctrina…
Alfa y Omega: No, esta Doctrina no la profesa nadie; esto es Revelación.
Hermano: No, —digamos— eh… el grupo que usted dirige…
Alfa y Omega: Aquí no hay grupo.
Hermano: Sí,… no…
Alfa y Omega: …Y no me interesan los grupos tampoco.
Hermano: O personalmente…
Alfa y Omega: Ja, Ja…
Hermano: Usted, cree que Dios se haya presentado, eh… físicamente, o mediante una forma determinada a algún ser humano; como el caso de los tres pastorcitos, de la virgen de Fátima…
Alfa y Omega: Sí; dice el Padre: Él se presentó en la Prueba de la Vida, y se presenta cuando lo estima infinitas veces, porque Él —no hay que olvidarlo jamás—, tiene un divino Libre Albedrío de Padre, como nosotros tenemos libre albedrío de hijos.
Hermano: Esta bien, pero se presenta diciendo: Yo soy Dios o Yo soy el Padre, Yo soy el Creador del mundo; ¿o como qué se presenta?
Alfa y Omega: Él se presenta y se manifiesta, según como Él lo estima; y aquí no hay fórmulas; no ve que usted, no sabe cómo va actuar mañana; pero usted, sólo lo sabe cuando actúa; y usted, causa sorpresa a los demás; igual el Éterno, Él se presenta como lo estima, el presentarse, en la forma como lo estime y, expresarse como lo estime.
Hermano: ¿Nos prueba constantemente?
Alfa y Omega: Eh… sí, todo espíritu es probado en la vida, segundo por segundo; y la mayor de las veces la criatura no se da cuenta; cuando se le pidió vida al Eterno, la criatura le pidió la intervención del Eterno; porque cuando se termina la reencarnación, el espíritu le dice: Por sobre todos mis pedidos, hágase tu divina voluntad —y se inclina—; y no podía ser de otra manera, por respeto al Eterno.
Hermano: …Nos puede puede probar; en el caso —digamos—, de que un mendigo se acerque a nosotros y nos pida una limosna.
Alfa y Omega: Exactamente.
Hermano: ¿Y qué pasa si uno la niega?
Alfa y Omega: Depende, si usted es ilustrado y sabe que el mendigo la merece, porque hay mendigos que se acostumbran a pedir.
Hnos. (Conversaciones ininteligibles).
Hermano: Hace diez años, —perdón— hace diez años, uno le daba, por decir las pesetas ¿no?, a cuanto mendigo se presentaba.
Alfa y Omega: Ya
Hermano: ¿No?, pero como hoy se ha comercializado —digamos—, el aspecto de…
Alfa y Omega: De mendigar.
Hermano: De mendigar, ¿no?, uno va —digamos— escogiendo a sus mendigos, y a tener predilección por determinado mendigo.
Alfa y Omega: Dice el Padre: Todo el que le dio a mendigo y no lo era, tiene Juicio; había que fijarse con quién se practicaba la caridad.
Hermano: Entonces, es mejor no darle a nadie.
Alfa y Omega: No pues; porque uno tiene ojo y tiene ilustración, y se da cuenta.
Alfa y Omega: Porque si usted le da a una persona que le falta brazos y piernas, se le ayuda; pero si es un joven, robusto, pidiéndole plata: es un sinvergüenza.
Hermano: Yo quiero decirle algo; mire hermano, eh… en la plaza Dos de Mayo —para ser más exactos—, hay un muchacho que debe tener unos trece… catorce años; no sé si ustedes lo habrán visto, está al borde de la esquina, allá en la veredita; éste es un muchachito vivo ¿no?, tiene su extremidades completas, sus cinco sentidos perfectos; y yo paso veinte veces por ahí, y he tenido oportunidad de conversar con él, y él todo el día pasa diciendo solamente —en las mañanas ¿no?—, dice: un pancito por favor por amor a Dios; con legaña en los ojos, sucio, ¿no?; hasta que llegó un día, en que yo le dije…
Hermana: … esos que andan cochinos también, con retardo mental…
Hermano: Retardado mental sería fatal; entonces, yo un día le dije: oye —le dije—, por qué pides dinero cuando tu puedes trabajar, ¿no?, entonces, abrió más los ojos, me quedó mirando y me dijo: me descubriste, me descubriste, ¿no?, entonces yo le dije mira, en vez de actuar así —digamos—, sin forjarte una… una utilidad diaria en esta forma, ¿por qué no vas al teatro?, te ganarías un buen papel. Porque el papel que desempeña ese mocoso, es digno… digno de una obra que está aquí; de una gran obra.
Alfa y Omega: Uno que tiene la… un copete.
Hermano: No, no.
Alfa y Omega: ¿No?
Hermano: Es un muchachito (ininteligible), y que pide así: por amor a Dios un pancito.
Alfa y Omega: Si, entonces el Padre…
Hermano: Usted —perdón— yo considero que muchas personas conforme he visto, se queman, ¿no?, porque están eh… conscientes de que están haciendo una obra de bien al darle, por decirle, el sol*; entonces, bajo este concepto, preferible sería no darle a nadie.
Alfa y Omega: No, es que aquí hay una cosa; dice el Padre: muchos mendigos en la vida, tuvieron oportunidad, se le ofreció trabajo muchas veces y rechazaron, porque se acostumbraron a pedir; eso se paga en el Juicio.
Hermana: ¿Y eso?
Alfa y Omega: Eso se llama: verdaderos mendigos y falsos mendigos.
Hermano: Usted cree, que una criatura de esa edad, me imagino, debe tener ya pues, unos cuatro… cinco años pidiendo limosna; ¿no lo han orientado a él?
Alfa y Omega: Muchas veces reciben consejos.
Hermano: Por eso le digo, ¿no cree que ha sido orientada?
Alfa y Omega: Sí, desde luego, pero aquí…
Hermano: Si ha sido orientada, ¿cuál fue su responsabilidad?
Alfa y Omega: Bueno, ahora depende del esfuerzo mental de él pues, para elevarse por si mismo; ahora hay otra cosa, en la Prueba de la Vida —dice el Padre— no debieron de haber existido los mendigos; existen mendigos, cuando se crean leyes injustas en los sistemas de vidas planetarios; si hubiésemos vivido la igualdad, no habría mendigos; lógico, entonces, dice el Padre: Tres cuartas partes del dolor moral de los verdaderos mendigos, lo pagan los que crearon el extraño sistema de vida, y un cuarto lo paga el mendigo, como así el que pidió vida; y aquí, en términos generales, viene lo siguiente en la Revelación: Como nadie pidió este extraño sistema de vida, con leyes desiguales; porque nada desigual se pide a Dios, nada desequilibrado se pide a Dios, nada injusto se pide a Dios; es que tres cuartas partes del Juicio, lo pagan, los que crearon el extraño sistema de vida.
Hermana: ¿Y por qué?… ¿Por qué el Padre ha permitido estas grandes desviaciones?
Alfa y Omega: Eh… respetando el libre albedrío que se le pidió a Él.
Hermano: Si Él ya sabía el fin, ¿por qué ha permitido esta gran desviación?
Alfa y Omega: Porque la experiencia tenían que vivirla; dice el Padre: insistieron en pedir, iban a triunfar; y aquí ocurre lo siguiente…
Hermano: Porque Él sabía, que no iban a triunfar.
Alfa y Omega: Escuche bien, para que usted se vaya formando una idea: Hijo, si yo me pongo en el Reino, a decirle a los espíritus de sus futuras caídas, porque esa es la palabra —caídas—, es una historia —hijo— de nunca acabar; el espíritu le dice: Padre Eterno, si yo hago esto, —te pasa esto—; si yo hago este otro, —te pasa este otro—; y este historial hijo —dice—, es tan infinito, que el planeta a donde quiere ir, ya envejeció y se perdió en el cosmos.
Hermano: No, no me refiero a eso.
Alfa y Omega: No.
Hermano: Él tiene, tiene muchas formas de llegar a uno.
Alfa y Omega: Sí.
Hermano: ¿Estamos de acuerdo?; entonces, como tiene muchas formas… de llegar a uno, hay muchas formas para que nos guíe.
Alfa y Omega: Sí.
Hermano: No solamente presentándose.
Alfa y Omega: No, es que el espíritu escogió esta forma, incluso insistió en vivir esta forma.
Hermano: Pero, una forma equivocada.
Alfa y Omega: Sí.
Hermano: ¿Estamos?
Alfa y Omega: Sí, el Eterno le hace ver, pero los espíritus insisten, tal como un hijo en la Tierra insiste; lo de arriba es igual a lo de abajo; tantas veces los padres… les dicen a los hijos: —¿No te decía yo?—… cuando le pasa una desgracia al hijo. Pero fuíste tan duro, que no entendiste nunca, igual los quiere; en otras palabras, aún viendo las caídas, la imperfección hay que vivirla; porque de lo contrario no la conocen jamás, y el espíritu insiste en conocer lo que no conoce; es como un imán, se atrae como un imán.
Hermano: Bueno, Dios es eterno, y esta Era que estamos viviendo, se supone desde la venida de Cristo, hasta 1976 años, ¿correcto?; bueno, hasta 1976 años, han muerto miles de millones de personas.
Alfa y Omega: Si.
Hermano: Por tanto, deben haber miles de millones de espíritus, ¿en qué situación están esos espíritus?
Alfa y Omega: Depende de lo…
Hermano: Están en estado latente, se van al Juicio Final, o están desarrollando cierto tipo de actividades, en el más allá pues, osea en el cielo, en el infierno, en el limbo…
Alfa y Omega: Sí, justamente, como todo lo imaginable se pide a Dios, los espíritus en virtud de su libre albedrío, piden Juicio fuera de la Tierra, fuera de los planetas, o Juicio en los planetas; el pedido lo hace uno, la situación se la crea uno.
Hermano: ¿Pero en qué momento?, porque usted sabe que mueren, agarran un cajón de madera, y lo entierran.
Alfa y Omega: Sí.
Hermano: Entonces, recién en ese momento, el espíritu que se puede enterar a las 8 ó 24 horas.
Alfa y Omega: Ja, Ja…
Hermano: ¿No?, según dicen ¿no?, yo no… pero realmente no sé…
Alfa y Omega: No. Pero le voy a explicar, es que a usted le faltan saber Leyes del espíritu con la carne.
Hermano: Esta bien; entonces, en ese momento eh… ¿Recién el espíritu pide qué tipo de Juicio quiere?, en la Tierra o en algún otro planeta, ¿o cómo es?
Alfa y Omega: … Pero aquí hay una cosa pues hermano.
Hermano: Usted, ¿no fuma no hermano?
Alfa y Omega: No gracias, muy amable.
Alfa y Omega: … La situación de todo espíritu, cuando sale del cuerpo con la muerte, es la misma de sus pensamientos que tuvo en la vida.
Hermano: A ver, perdón, perdón hermanito, no le he escuchado.
Alfa y Omega: La situación de cada uno, de todos los seres de un planeta, cuando deja el cuerpo, deja el planeta, es la misma que corresponde a sus pensamientos. Se lo voy a explicar: el que no creyó en Cielo no ve Cielo, el que creyó en el infinito, en lo cósmico, en el Cielo, ve Cielo; el que dijo que tal cosa no existía, no ve tal cosa; el Cielo se lo hace uno por sensaciones, por eso fue escrito: Por vuestras obras seréis juzgados.
Hermano: El que es un pecador, pero que se considera en el fondo bueno.
Alfa y Omega: ¡Ah!, ese tiene esperanza de sí mismo, ese es como que ve la Luz y no la ve; pero aquí hay una cosa, que… la situación, siempre sale de uno: sea pecador, con pequeña virtud o sus defectos; entonces ¿qué pasa?, que como los seres fueron divididos sicológicamente en un planeta, los seres por lo general no se encuentran fuera del planeta; sólo satanás divide.
Hermana: ¿Existe satanás?
Alfa y Omega: Desde el momento que existe el mal, existe satanás. Basta generar ideas malas y uno se está creando sus propios demonios; de uno depende crearse el demonio o no crearse.
Hermano: Osea esto es, como ese adagio: nuestros pensamientos forjan nuestro destino; osea conforme uno va pensando en… volver de su vida…
Alfa y Omega: Exactamente.
Hermano: En el mas allá, eh… se va… se va cristalizando con ver esta situación.
Alfa y Omega: Precisamente. Entonces, más vale creer que no creer; porque quien no creyó en nada, no ve nada, y eso es terrible.
Hermano: ¿En qué situación queda ese espíritu?
Alfa y Omega: Queda en oscuridad pues, es inmundo; por eso se mandó cultivar la fe; para que la criatura no cayera en la incredulidad, el Eterno le puso: La fe mueve montañas; le dio un aliciente, le levantó el ánimo…
Hermano: ¿Cuál es la posición de los sacerdotes, que han renunciado a sus hábitos?
Alfa y Omega: Que renunciaron a tiempo, porque dice el Padre: mientras se fue sacerdote, estuvo dividiendo su obra, segundo por segundo por la psicología que tenían. Los llamados religiosos —dice el Padre Jehova—, no tuvieron la habilidad mental a través de los siglos, de mantener unificado al planeta en una sola psicología del Evangelio de Dios; no les dio la cabeza, y el Eterno los llama a ellos: los más atrasados de la evolución humana.
Hermano: Una pregunta le quiero hacer hermano.
Alfa y Omega: Diga.
Hermano: Usted dijo que la religión, los países, fronteras… era obra de los hombres; usted dijo que la división formada por hombres (ininteligible)… ¿de quién es esa obra? ¿no es de un hombre?
Alfa y Omega: No, es que hay una cosa, aquí esta confundiendo la cosa; una cosa es pedir características, y otra cosa es, dividirse en el lejano mundo; las características se pidieron, pero nadie pidió la división; todos pedimos ser hermanos, tal como se era en el Reino, y cuando se pidió patria a Dios, se pidió por patria a todo el planeta; nadie pidió un pedacito del planeta; porque dice el Padre: los que defendieron por patria un pedacito del planeta, no entran al Reino de los Cielos; ¿por qué? porque todas las moléculas del planeta, los océanos, los continentes en especial, no los defienden delante de Dios; el que miró por patria a todo el planeta, entra al Reino de los Cielos; el Eterno le dice a esos espíritus: hijos tus abogados son tan infinitos, —las moléculas del planeta— que es… que entras al Reino, puedes entrar. Sólo satanás divide y achica el fruto; esto trae una revolución inmensa; porque nadie quiere quedarse sin entrar al Reino del Eterno; en última instancia, nadie quiere perder su alma.
Hermano: Esa es la obra que realiza satanás aquí en la Tierra, es fabulosa.
Alfa y Omega: Uff… tremenda; satanás en este planeta, tomó la forma de un extraño sistema de vida; que le puso en los hombres, la ilusión de la vida; ¿a precio de qué?, de que vivieran la desigualdad, para darle la contra a la igualdad enseñada por el Padre.
Hermano: Osea, hasta este momento el gran vencedor es satanás.
Alfa y Omega: Justamente, en la división, entonces dice el Padre: Esto se debe hijo —dice— a que un grupo de espíritus, como Individuos, no supieron vencer su complejo al oro; esa palabra complejo lo subraya; está subrayado en el cosmos; por ese complejo sufre la humanidad.
Hermano: Bueno pero…
Alfa y Omega: No les dio más la mente…
Hermana: ¿Eso se refiere al poder?
Alfa y Omega: Sí, eh… al poder del oro, a la influencia que ejerció el oro en la criatura.
Hermano: Yo preguntaría entonces, yo más o menos capto todo… todas las inquietudes, entonces, acá viene eh… mi gran pregunta: ¿Qué cosa debemos hacer? o ¿hacia dónde nos debemos orientar?
Alfa y Omega: ¡Ah!, se lo voy a explicar.
Hermano: ¿Que obra debemos realizar?
Alfa y Omega:.. Se lo voy a explicar… toda búsqueda en la vida al Eterno, se premia letra por letra, segundo por segundo; la búsqueda individual que sale de la persona, recibe premio completo, porque la búsqueda individual a nadie divide, la búsqueda religiosa divide.
Hermano: No, pero… ¿qué búsqueda debe ser esa?
Alfa y Omega: No.
Hermano: ¿Cuál es el camino que debo seguir?
Alfa y Omega: …Yo le estoy diciendo algo que usted no sabía, ahora lo sabe… ya.
Hermana: ¿Qué entiende por búsqueda Individual?
Alfa y Omega: Búsqueda es la iniciativa que toma uno: ¡ah!, aquí hay un libro, a ver que dice de mi Dios —o como quiera llamarle—; toma otro libro ¡ah!; esto se llama libre albedrío del conocimiento; entonces, dice el Padre: es más fácil que entre al Reino, uno que le buscó en forma individual, porque no tiene Juicio de haber dividido a otros con sus ideas, a que entre uno que dividió.
Hermano: ¿El que permanece en ignorancia también tiene el mismo privilegio?
Alfa y Omega: No, el que está en ignorancia no ganó nada, y tiene puntaje de ignorancia; pero eso es de tienieblas, porque la ignorancia no ayuda a nadie.
Hermano: Aquí hay una tabla por ejemplo, de los Diez Mandamientos, ¿esto es una guía para los hombres?
Alfa y Omega: Sí, esa era la moral diaria, del diario vivir; el Juicio —dice el Padre— se basa en la Moral de los Mandamientos, aunque el hombre no se… no se haya estudiado el Evangelio, pero se le exige la Moral de los Mandamientos en el Juicio. El Hijo de Dios actuará en la Tierra, partiendo de la base, de que este mundo esta viviendo la igualdad que se prometió a Dios, y resulta que no era así; entonces allí nace… un choque sicológico, … que estallan las virtudes y llora la humanidad; Él va emplear la palabra extraño en todo lo que ve; yo veo las siguientes escenas: está delante de los cuarteles, los cañones, los cohetes, los artificios del llamado militarismo; entonces dice: que extraño —dice—, no están en el Evangelio de mi Padre; y le viene una ira y tiembla la Tierra, y millones de seres están en apuros, las casas se vienen abajo; y ese enorme cuartel con sus armamentos, todo se hunde, se abre la Tierra, se hunde; entonces Él dice en voz fuerte, que se escuchan los (ininteligible), una voz potente como trueno; dice: árbol que no plantó mi Padre de raíz es arrancado. Y el militarismo no está en el Evangelio, entonces el Padre Jehova dice: es más fácil, que quede en esta vida, algo que estaba en el Evangelio, a que quede algo que no estaba; entonces yo veo, millones de obreros derribando cuarteles del planeta; yo escucho comentarios que dicen: Ay, no hay que dejar ni un rastro, porque si ve un rastro, va mandar terremotos y mi hogar se va caer, vamos a quedar en la calle; y echan abajo los cuarteles; entonces, donde Él pasa no ve nada, no hay terremoto, no hay temblor, no hay sismo. Por costumbre el Eterno cambia los sistemas de vida; y esto está en el Evangelio que dice: Dura es la cerviz; significa que el ser humano es duro para entender, a remezones lo hace cambiar.
Hermana:A ver —digamos— dime, ¿por qué están anunciados los terremotos y temblores, sobre todo acá en el sur?
Alfa y Omega: …Aquí hay otra Ley hermana, eso se llaman, sismos; el sismo se pidió porque él, el ser humano no conocía el sismo; y muchos espíritus, aprovechan las leyes sísmicas para cumplir su ley de Justicia; muchos parten con los sismos; otros no parten.
Hermana: Por ejemplo, en Estados Unidos están pagando con sismos —digamos— en el centro de Estados Unidos, ¿están pagando con sismos?
Alfa y Omega: Sí, pero el sismo le viene en el Juicio; porque dice el Padre: el Hijo de Dios aísla a la bestia; bestia se llama al egoísmo, a la dureza con que se gobernó un planeta; la cabeza de la bestia, agrupa a los más influenciados por el oro, esa es la bestia; entonces, los espíritus de la bestia, pidieron cumplirse con ellos la parábola que dice: Con la vara que mides, serás medido; la bestia, dice el Padre, durante la prueba de la vida, aisló a muchas naciones, las dividió, las separó, las desmembró; la bestia paga igual ley. El Hijo de Dios con el Tercer Mundo a la cabeza —Mundo de la Trinidad se llama—; aislará a la bestia, y toda nación rica, —dice el Padre— surgida del extraño mundo del oro, quedará en la más grande pobreza; hasta el alimento tendrán que mendigarlo. Este es el llorar y crujir de dientes del Evangelio; cuesta caro crear sistema de vida y dejar a Dios a un lado… cuesta caro.
Hermano: Bueno, usted personalmente, tiene algún tipo de recomendaciones… que hacer ¿no? porque, honestamente… no logro captar ¿no?, ¿cuál es el mensaje?, no logro captar hasta el momento…
Alfa y Omega: Se lo voy a explicar.
Hermano: En toda su dimensión.
Alfa y Omega: Si usted no capta, es que usted no nació para captar lo profundo, otros captan; total, en el planeta hay millones de criaturas, unos profundizan más, otros profundizan menos; cada uno en su nivel; aquí se requiere una base de humildad y reconocer.
Hermano: ¿Está en la pureza?
Alfa y Omega: ¿Ah?
Hermano: ¿Está en la pureza?
Alfa y Omega: No, el que esté en lo profundo de Dios. Porque hay seres que captan las cosas, ven las consecuencias.
Hermano: (ininteligible) son las consecuencias que puedan venir, eh… yo creo en el egoísmo, en la maldad, en la crueldad, en la explotación…
Alfa y Omega: No, pero me refiero a consecuencias más profundas; esas son consecuencias individuales, yo me voy a consecuencias colectivas.
Hermano: No, pero todo esas… osea de lo particular, se llega lógicamente a lo general.
Alfa y Omega: Sí, porque las Leyes de Dios son para todos iguales.
Hermano: Entonces es la suma de todos esos factores.
Alfa y Omega: Entonces…
Hermano: Se llega a lo general lógicamente.
Alfa y Omega: Entonces dice el Padre, va a ocurrir lo siguiente: en un determinado momento, habrán dos mundos en un mundo; se lo voy a explicar, el mundo de la prueba de la vida, con carne que se pudre, eso se llama el ocaso del mundo; y un mundo que empieza a nacer en el Oriente, de carne eterna, los niños genios: el otro Mundo. Y me hace ver el Padre eh… en el futuro, los últimos funerales de los que se podrían en el planeta; eso se llama la Resurrección de la Carne; el Hijo de Dios resucita ancianos, ancianos a doce años de edad, a los que creyeron en la Ley de la Resurrección de la Carne; los que no creyeron, no. Para recibir los premios del Eterno, había que creer en los premios del Eterno.
Hermano: Después de la Resurrección, se supone que la vida va a ser eterna.
Alfa y Omega: Sí, ahí eso…
Hermano: Física y espiritualmente.
Alfa y Omega: Esos seres, dice el Padre, como dice la Escritura: Nuevo Reino, nuevas Leyes, nuevas costumbres, nueva psicología, nuevo destino; un paraíso en otras palabras; no van a conocer la muerte, porque ellos no van a pedir la muerte, ni la pidieron. Ellos no van a estar viviendo asustados en todo instante por el sustento, como era en la prueba de la vida; ellos van a ser criaturas, que se van a preparar para lo cósmico, apenas nacen los preparan de bebés, a lo cósmico.
Hermana: ¿Pero ahí también van a tener cuerpo, o van a ser sólo espirituales?
Alfa y Omega: Igual que nosotros, pero carne que no se pudre; y van a tener otras sensaciones, no como nosotros, apasionados.
Hermano: Osea que no… aparte del planeta Tierra, va a aparecer otro planeta.
Alfa y Omega: Sí, indudable.
Hermano: Cada ser, cada espíritu va a estar en su mismo planeta.
Alfa y Omega: Exactamente; entonces, esos seres como son eternos, esos sí que llegan a las estrellas, a los soles, porque no se pudren, no mueren; el hombre de ahora no puede, se pudre; en el viaje le sorprende la muerte; por eso se dice a ese mundo la Gloria de Dios.
Hermano: ¿De dónde provienen tantos espíritus, al haberse creado la Tierra con Adán?
Alfa y Omega: ¡Ah!, interesante pregunta… el paraíso de Adán.
Hermano: Adán es otro espíritu.
Alfa y Omega: Sí, se lo voy a explicar
Hermano: Eva fue otro espíritu.
Alfa y Omega: Sí.
Hermano: ¿No es cierto?
Alfa y Omega: Eh… eran jerarquías angelicales ellos, como padres eran más antiguos que nosotros; si cayeron y violaron la ley es otra historia, otra ley, pero eran más antiguos; siempre el padre es más antiguo.
Hermana: Sí, ¿pero de dónde salieron que se multiplicaron tanto?
Alfa y Omega: Se le voy a explicar.
Hermano: 3,600 millones de espíritus hoy en día, hay en la Tierra.
Alfa y Omega: Eh… aquí no hay que confundir las leyes, la herencia salió de cada uno en las relaciones que tienen en el matrimonio, la herencia de la carne; la otra Ley es: que hijos tuvieron ellos, porque está relacionada con la expansión, con la multiplicación; el paraíso —dice el Padre Jehova— de Adán y Eva era microscópico, surgió cuando la Tierra tenía el porte de una pelotita de ping-pong, porque la Tierra nació del vientre de la Madre Solar Omega; de un tamaño mas chiquitito que la cabeza de un alfiler; ahí tiene la parábola que hay que ser humilde —microbio— para ser grande en el Reino de los Cielos —planeta—. La Tierra nació de lo invisible hacia lo visible, pasó por todos los tamaños que su mente pueda imaginar hasta llegar a la bola actual; es por eso, que ningún sabio de la Tierra, ha podido calcular la antigüedad de la Tierra, todos quedan cortos, porque nunca se van a lo chiquitito, a lo microscópico, a lo humilde, y la parábola del Evangelio se lo viene diciendo por siglos, ahí esta la clave.
Hermano: Según usted ¿qué edad tiene la Tierra?
Alfa y Omega: La Tierra, dice el Padre Jehova, tiene tantos siglos como moléculas tiene la Tierra, y pasó por dimensión de microbio; y a este planeta le quedan tantos millones de siglos como moléculas tiene la Tierra.
Hermana: ¿Y cuántas moléculas tiene?
Alfa y Omega: … La Tierra tiene tantas moléculas, que ni las generaciones que quedan por vivir las pueden contar.
Hermano: Sí, pero este planeta, tiene por vida muchos años.
Alfa y Omega: Muchos años, el Eterno dice: Él prolonga la vida de los planetas cuando Él lo estima.
Hermano: ¿Y la vida física del hombre?
Alfa y Omega: Es microscópica, por eso se escribió: Del polvo eres y al polvo volverás, quiere decir: de lo microscópico eres y a lo microscópico vuelves; nosotros somos tan microscópicos con planeta y todo; fuera de la Tierra no nos conocen a nosotros.