CASSETTE 1

Conversaciones Telepáticas Del Primogénito

Escuchar La voz del divino enviado lado A

Alfa y Omega: La humanidad escogió una forma de fe, que le dividió a sus hijos en muchas creencias, habiendo un solo Dios nomás; esta extraña división se llama en el Reino de Dios, confusión mental; y esta división dice el Padre, se paga en el juicio que viene, segundo por segundo; nadie pidió dividir a nadie en la prueba de la vida; nadie pidió imitar a Satanás, que le había dividido a sus ángeles en el macrocosmo llamado Reino de los Cielos.
Los llamados religiosos —dice el Padre—, surgidos durante el desarrollo del mundo del oro, se olvidaron de la advertencia que sólo Satanás divide; y se olvidaron de que ellos también están en el juicio… ¡si son criaturas como todos!  Y el juicio principia por ellos, por los que le dividieron los hijos a Dios; la prueba de ellos consistía en no dividire; y el Padre dice: Las pruebas son las pruebas. Entonces los religiosos, no tuvieron la habilidad mental, a través de los siglos, de mantener unificado al mundo en una sola psicología del Evangelio de Dios; no les dio la cabecita a ellos; y el Padre los llama a los religiosos —en lo que viene en Revelación—, como los más atrasados de la evolución humana; son los mismos fariseos —hijo—, del pasado, que pidieron nueva existencia en la Tierra; porque todo espíritu nace de nuevo, para conocer vida nueva. Esto está en el Evangelio, el nacer de nuevo. La Revelación de Dios, se extiende por el mundo como conocimiento y no divide a nadie; se extiende a todos los idiomas, porque lo de Dios no tiene límites, y lo que no tiene límites invade todo, porque no tiene límite; eso se llama: Por el fruto se conoce el árbol. Entonces, este conocimiento —dice el Padre— se va a llamar con el seudónimo Alfa y Omega; pero no es religión; el Eterno no imita a sus hijos cuando El decide enviar doctrinas a los planetas; porque El es infinito; entonces hay que distinguir lo que era el Evangelio, salido del libre albedrío de Dios, y lo que eran las formas de fe, salida del libre albedrío humano. Entonces, la Revelación de Dios no es religión, porque aquí hay que aclarar conceptos; porque las religiones son de los hombres; lo de Dios viene a juzgar la obra de los hombres; por eso que lo de Dios no es religión. Como fue escrito, que el hombre es juzgado por todas sus obras, las formas de fe, que se dieron los hombres, están también dentro de la obra; no hay forma de fe que no sea juzgada.
Se acerca una época que… va a ser conocida como el llorar y crujir de dientes; eso se debe a que el Juicio de Dios es idea por idea, a partir de los doce años de edad, porque la inocencia de los niños —dice el Padre— no tiene juicio; el juicio es para los llamados adultos de la prueba de la vida; eso está en el Evangelio.
Hermana: Buenas tardes.
Alfa y Omega: ¿…qué dice?
Hermana: ¿Cómo está?
Alfa y Omega: Buenas tardes, cómo está… Empezó el viento, eh… ¿Usted ya había visto esto antes?
Hermana: No, primera vez.
Alfa y Omega: (ininteligible) estos son los… como le explicaba al hermano, la Escritura Telepática.
Hermano: ¿Por qué le llaman telepática?
Alfa y Omega: Porque esto lo dicta el Padre por telepatía.
Hermano: ¿A quién se lo dicta?
Alfa y Omega: A mí, desde los siete años.
Hermano: ¿Es un don especial?
Alfa y Omega: Eh… sí; todo lo que uno vive en sensaciones, lo pide a Dios; yo pedí revelar tal como otros piden inventar. Cuando se da la vida en el Reino de Dios, se le da la vida a la criatura por sensaciones, de a una por una; por eso es que el juicio es también sensación por sensación.
Hermano: ¿Habría alguna prueba fehaciente de esa transmisión?
Alfa y Omega: La prueba está acá.
Hermano: Para comprobarlo.
Alfa y Omega: La prueba está acá.
Hermana: No, yo creo que el señor se refiere a que si podría estar en el momento preciso que usted recibe este mensaje.
Alfa y Omega: Eh… yo recibo…
Hermano: Sino también alguna prueba fehaciente ¿no?, porque —digamos— yo también… otra persona podría escribir ¿no?, y yo digo también, que recibo… revelaciones.
Alfa y Omega: Sí, le voy a explicar lo siguiente a usted: Los que hablan de prueba, tratándose de Revelación, tienen juicio; porque dice el Padre: Es más fácil que no tenga juicio el que no pidió prueba a uno que pidió prueba, porque se mandó creer en lo de Dios por sobre todas las cosas.
Hermano: Eh, perdón… usted dice que no se podría pedir pruebas para lo que es de Dios ¿no?, y ¿cómo sabríamos directamente que es de Dios, si no hay otra…?
Alfa y Omega: Yo en denantes le dije que esto se extiende por todo el planeta.
Hermano: Claro, lógico.
Alfa y Omega: Ya; se traduce a todos los idiomas… ¿Le parecen pocas las pruebas?
Hermano: No… sí, pero se supone de que… tanto el mal como el bien se extienden por todo el planeta ¿no?
Alfa y Omega: Sí, pero una cosa hermano, que antes de pedir prueba hay que tomar conocimiento de esto; eso se llama juzgar por conocimiento de causa. Entonces usted para poder juzgar esto y sacar conclusiones, tiene que leerse los cuatro mil rollos y después darme la opinión; es lo justo; porque si a mí me presentan algo que no conozco, yo pido ese algo y me impongo.
Hermano: Ya, eso es una prueba ¿no es cierto?
Alfa y Omega: Exactamente; la prueba está acá, le digo.
Hermano: Usted lo ha sometido esto, digamos, a otra religión también.
Alfa y Omega: No, lo de Dios no está sometido a religiones.
Hermano: No, pero digamos a una persona más entendida.
Alfa y Omega: Sí, han visto esto… le dije que era desde los siete años, imagínese usted la de personajes que lo han visto… esto; porque lo de Dios se muestra, pero no se ruega; el Padre Jehova muestra las revelaciones pero no ruega a nadie; osea que los prueba a todos, todo espíritu es probado en ella.
Hermano: Y las Revelaciones que usted recibe, y están escritas acá en estos rollos, está este… —digamos—, en forma tal como usted la ha recibido o ya tiene agregados esto.
Alfa y Omega: ¡Ah!, se lo voy a explicar… Aquí no hay agregados, porque si hubiera agregados, estaría participando la imaginación mía, entonces yo podría decir: ¡Esto es mío!. Si yo digo: Esto es mío, por muy fabuloso que sea el trabajo, yo estoy mintiendo, porque no es mío.
Hermano: Entonces digamos también, que tiene ese don de…. retener ahí en la memoria como una grabadora.
Alfa y Omega: Sí. La telepatía viviente, de la cual no le he hablado nada, eh… ocurre viendo las escenas, y las escenas hablan; es lo que se llama el Universo Viviente de Dios; el Eterno hace hablar a la materia, en sus leyes de materia, y al espíritu, en sus leyes de espíritu; nadie es menos ante Dios, ni la materia ni el espíritu; por eso se le enseñó: Dios es igual para todos, o todos somos iguales delante de Dios. El que dice que Dios no hace hablar a la materia, le pone límite a su Dios y tiene compromiso de boca con Dios; ese es problema del que le puso límite a Dios, y más vale no ponerle límite a Dios, ¿No se le enseñó que Dios era infinito, por qué me ponen límite? —pregunta el Padre en la Revelación—. Hay millones que en sus formas de fe le ponen límite a Dios; hablan de boca: Dios es infinito; porque lo han visto en el Evangelio, han escuchado y deducen; cuando llega una conversación del cosmos por ejemplo, de hablar de planetas habitados, esos mismos que dijeron que Dios era infinito, empiezan a dudar: …¿Oye, habrá gente arriba? ¿existirá otro más?. Esta extraña controversia mental se paga en el juicio; porque dice el Padre: O se cree en el infinito de Dios, o no se cree. Como le digo: Ese es problema de los que le ponen límite a su Dios.
Hermano: ¿Quién… quién… quién afirma de que hay habitantes en otros planetas?
Alfa y Omega: Se enseñó que lo de arriba es igual a lo de abajo; quiere decir, de que todo lo que ocurre acá, ocurre en grado infinito arriba; entonces…
Hermano: Osea que arriba también existe el mal.
Alfa y Omega: Sí, el mal es infinito y la luz también es infinita, nada tiene límite en lo de Dios; pero el Eterno no creó el mal, el mal es producto del mal uso del libre albedrío, que hacen las jerarquías en el cosmos; entre ellos está el llamado Satanás, que fue un ángel; tuvo tanto poder ese ángel que se rebeló contra Dios, tal como en la Tierra hay hijos que se rebelan contra sus padres, arriba también se rebelan; lo de arriba es igual a lo de abajo; entonces, el Creador deja que el mal exista —dice—, para que el mal mismo —las tinieblas—, se convenzan por sí mismas de que están en un error; el Creador no tiene apuro en su creación, es más fácil que se aburra el mal y no se aburra Dios; los demonios siempre se aburren, y tarde o temprano llegan a la morada de Dios a pedir transformación a la luz; porque Dios es infinito y paciente, en todo lo imaginable. Entonces como le digo hermano, no conviene ponerle límite a Dios; el Padre pone el siguiente ejemplo: Imagínate Hijo, que hay dos seres humanos en presencia del Eterno: uno me puso límite en sus creencias, otro prefirió guardar silencio ante lo que no conocía del infinito; el Eterno llama al que le puso límite: —Hijo, ¿por qué me pusiste límites en el planeta de prueba Tierra? ¿no se te había enseñado que el Eterno era infinito?— Y el Padre, en eso que le puso límite, se lo demuestra en su verbo de Padre, de una manera infinita que el otro se llena de vergüenza. Al otro le dice: —Contigo no tengo nada, porque tuviste la inteligencia de callar ante lo que no conocías—. Justo en este caso, la meditación y el silencio ante lo que no se conoce, es más sabio, y no hay compromiso de boca para con Dios; en este caso el silencio tiene una sabiduría inmensa; porque con ese silencio no le pone límite a Dios.
Hermano: ¿En qué forma le ponen ese límite a Dios?
Alfa y Omega: Le ponen límite cuando dudan de que exista tal o cual cosa, todo lo imaginable existe en Dios; lo que no se comprueba en un planeta, se comprueba en otro planeta; porque nadie es único en lo que defiende en los planetas, sólo el Padre es único.
Hermano: Pero esto, de alguna forma de no creencia, ¿puede estar relacionado con el límite a Dios?
Alfa y Omega: Sí, porque el Padre dice lo siguiente: El que no creyó en el Reino de los Cielos, no ve el Reino de los Cielos; el que creyó, lo ve; el Creador es el primero que respeta los ideales de sus hijos; el que dijo de que no había mundos habitados, no verá mundos habitados; el que dijo que había mundos habitados, verá mundos habitados; —sensación por sensación—, y más justo no puede ser; entonces ahora viene una Revelación, que explica todas las cosas; el Padre Jehova dice: Hijo, si mi Creación es infinita, la explicación también es infinita; porque hasta una molécula tiene que hablar en sus leyes de juicio…, en sus leyes de molécula. Entonces, creación y explicación marchan paralelos en el conocimiento. Cuando el Creador se expresa en los planetas, El da doctrinas que no tienen límite, porque El no tiene límite, —como se enseñó al mundo—; y una cosa que no tenga límite llama la atención, se propaga, se discute, revoluciona todo, porque no tiene límite; todo conocimiento limitado… queda limitado y queda subordinado al conocimiento que no tiene límites; osea, que aquí, cuenta el mérito, hermano; osea que aquí no hay necesidad ni de discutir cuando esto se extienda; eso se llama: Por el fruto se conoce el árbol; quiere decir, que según la doctrina, se deduce; por el contenido de una doctrina, se deduce si es de Dios o no es de Dios. Lo de Dios no tiene límites, —eso es… lo supremo del conocimiento;— lo de Dios no tiene límites, y cuando Dios se expresa en los planetas, provoca la revolución más grande en los planetas, porque El creó todo y lo transforma todo; está en todas las mentes, está en todas las moléculas; entonces las revoluciones de Dios, no tienen igual en comparación a los hombres; y aquí explica lo siguiente, dice El: Tres doctrinas, —hijo—, han salido del libre albedrío de Dios: La primera fue la Ley Mosaica, en el mundo faraónico, el mundo antiguo, en que di la primera psicología -dice-, he hice cambiar a las criaturas en el grado correspondiente. Siglos después envié la segunda doctrina, la Doctrina Cristiana, en que di la segunda psicología al mundo de la prueba y lo hice cambiar por segunda vez. Hoy mando —dice el Padre— la tercera doctrina; les doy la tercera psicología, y los cambio por tercera vez. El Creador cuando manda doctrinas a los planetas, El no divide a nadie.
Hermano: Perdón, ¿y cuál es esa última tercera doctrina?
Alfa y Omega: La tercera va a ser llamada: Los Rollos del Cordero de Dios.
Hermano: ¿Recién ahora?
Alfa y Omega: Sí, o Escritura Telepática le van a llamar muchos; otros …
Hermano: ¿A partir de qué fecha?
Alfa y Omega: No tiene fecha, está saliendo ya; otros le van a llamar Ciencia Celeste.
Hermano: ¿Cómo se conocerá entonces ?
Alfa y Omega: Cuando se extienda.
Hermano: ¿Usted está incluido dentro de la doctrina? —sí—, ¿me podría decir cuántos como usted hay en este planeta?
Alfa y Omega: ¡Ah!, una pregunta que muchos me han hecho. Ehhh… justamente, yo le pregunté una vez al Padre —como nadie es único, en la vida, sólo Dios es único—, yo le pregunté si había otros recibiendo escrituras. Hijo —me dijo—, otros que estén escribiendo rollos así, como para sacar doctrina en el planeta, no; pero de muchas maneras se ha expresado Dios al mundo. Me expreso Hijo —dijo el Padre Jehova—, por sueños, por apariciones, por visiones, por encuentros, hasta por lectura; no hay criatura que no tenga una experiencia en la vida con el Eterno, y muchas veces no se dan cuenta.
Entonces, ahora se expresa por Telepatía Viviente; entonces como le digo, aquí no hay que confundir las cosas, lo que es religión —dice el Padre— es religión; lo que es Revelación es Revelación; lo que es el Evangelio es el Evangelio; distinguir las cosas. Entonces en la prueba de la vida, la criatura —dice el Padre—, tuvo dos formas de fe ineludibles; dos búsquedas: la búsqueda individual, la que cuesta y la que sale de uno, esa es la más sincera ante Dios; la búsqueda individual a nadie dividió y la búsqueda individual recibe premio completo; la otra búsqueda, —por imitación se llama la otra, o religiosa,— ésta se divide por el número de religiones que hubo en el mundo. En vez de recibir todo el premio, recibe poquito o nada.
Hermano: En esas revelaciones que le han hecho a usted, este… ¿Le han informado algo sobre el futuro?
Alfa y Omega: Sí, lo que está escuchando… está el futuro, porque esto lo va a saber todo el planeta.
Hermano: Pero usted digamos, al difundir esta… estas revelaciones, ¿ha coincidido con algunos acontecimientos?
Alfa y Omega: Ehhh… con muchos, con muchos; pero le voy a decir una cosa: Lo de Dios no necesita propaganda, porque viene de Dios; se extiende igual.
Hermano: No, pero digamos usted, al enseñar estos Rollos a otras personas, prácticamente está haciendo propaganda a Dios.
Alfa y Omega: No… ¡Ah!… Ojalá, ojalá lo hiciera, porque no hay cosa más amorosa que proclamar lo de Dios. El se conmueve, como se conmueve un padre cuando un hijo hace buenas obras.
Hermano: Pero prácticamente se haría propaganda.
Alfa y Omega: Sí, pero aquí no cabe el término propaganda, la propaganda es de la prueba de la vida humana, es de los hombres; el término propaganda no se aplica a Dios, tratándose y hablándose de Dios; la propaganda no es del Reino de los Cielos, la propaganda es del planeta Tierra, es del mundo salido de las leyes del oro.
Hermano: ¿Osea que cada uno escogería su propia —digamos— religión, o su propia creencia, ¿no?
Alfa y Omega: Sí. Entonces dice el Padre: Según la creencia que escogió, es el cielo que tiene; es sensación por sensación. El que no creyó en nada, no recibe nada; el que creyó poquito, recibe poquito; el que creyó en el infinito, recibe el infinito; el que en la vida fue alegre, tiene juicio alegre; el que en la vida fue severo, tiene un juicio severo; el que en la vida no perdonó a nadie, ninguno, a él tampoco no se le perdonará ni una molécula;… sensación por sensación.
Hno. Ehhh… eso se refiere ahhh… después de juzgar la existencia ¿no?, al juicio sobre todo de esta existencia ¿no?, al morir ¿no?
Alfa y Omega: No, escuche: Como libre albedrío tienen los espíritus de pedir juicio a Dios, millones pidieron juicio fuera de la Tierra, y millones en la Tierra; todo depende de lo que se pidió a Dios, el Eterno…
Hermano: Si por su misma especialidad o profesión, una persona aquí en la Tierra es severa, ¿también tiene que ser juzgado severamente?
Alfa y Omega: Sí, porque se le mandó ser amoroso.
Hermano: No, pero por eso le digo, si por su misma profesión —vamos a suponer en este último caso—, que han condenado dos a muerte, la corte suprema o militar tiene que ser severa en estos casos…
Alfa y Omega: Pero hay una cosa que dice el Padre: Como el militarismo no está en su Evangelio, los militares están más condenados… del que fusilan. El militarismo no está en lo de Dios, y es más fácil que quede en este mundo, lo que está en el Evangelio, a que quede lo que no está en el Evangelio. Nadie pidió al Padre prepararse para matar a otros, porque todos pidieron el Mandamiento que dice: No matarás. Todo el que fue militar en la prueba de la vida, tiene que sumar todos los segundos del tiempo que fue militar, y ese número de segundos, restarle a las obras buenas que hizo en la vida. Por eso se explicó, escribió: Sólo satanás divide. Había que saber elegir a quién se servía en la vida, cuando se escogió trabajo. Hay trabajos que tienen más moral y otros menos moral; las pruebas son las pruebas. El Padre explica ahora el puntaje que recibe cada criatura, especialidad por especialidad; y dice el Padre: El servir a la fuerza es uno de los trabajos más inmorales, porque es un extraño libertinaje que nadie pidió a Dios; nadie le dijo al Eterno: Padre Eterno, en el lejano planeta quiero mandar por la fuerza;… No tiene sentido…
Hermano: Pero, ¿no cree que si no habiendo el servicio castrense ahí, el mundo estaría en paz?
Alfa y Omega: ¿Cómo?
Hermano: Verdaderamente… si no existieran los militares ¿no?, ¿el mundo estaría en paz?
Alfa y Omega: Se lo voy a explicar. Los militares existen porque los hombres sacaron un extraño y desconocido sistema de vida, salido de las extrañas leyes del oro; si el hombre no hubiese sacado este sistema de vida, no existirían los militares, existiría algo más amoroso, tendríamos una psicología más elevada nosotros. Entonces, el militarismo —dice el Padre—, es un primitivismo de los mismos individuos que son militares; y ellos le prometieron al Eterno no caer en la fuerza, no caer en el militarismo, pidieron superarse en lo primitivismo, porque el militarismo está relacionado con la fuerza, que el hombre antes practicaba en las otras existencias con mayor rigor, partiendo de (ininteligible); el militarismo es mirado en Revelación, como un primitivismo que no tiene filosofía en el Reino de Dios, no tiene destino. Dice el Padre: Satanás quiso aprovecharse de sus poderes, dividiéndome a mis ángeles; fue el primero que empleó la fuerza en el Reino, se tentó con la fuerza y fue echado fuera.
Todo el que se tienta con la fuerza, en cualquiera de sus formas, no entra al Reino de los Cielos. Cuando se le pide al Eterno, pruebas, vidas, sensaciones que no conocen, se le piden en leyes de Amor; en el caso del planeta Tierra los espíritus pensantes humanos le dijeron: Padre Eterno, queremos nosotros los divinos Mandamientos… no matar; —Como no hijo—;  Ningún espíritu le dijo: Quiero emplear la fuerza. Porque dice el Padre: Delante de Dios nadie pide contradiciéndose, porque el Eterno ahí le dice: Bueno hijo, decídete, estás pidiendo Mandamientos, no matar, y pides usar la fuerza; y no se puede servir a dos señores, tienes que decidirte por uno.
Esto se llama en Revelación…
Hermano: Perdón, al recibir Moisés las Tablas de nuestro Señor, mucho más antes ya se había cometido un crimen.
Alfa y Omega: Sí.
Hermano: De Caín contra Abel.
Alfa y Omega: Eso se llaman pruebas del mundo antiguo, eso es otra cosa; dice el Padre: No hay que comparar la experiencia antigua con la que se vive, porque los antiguos pidieron sus experiencias, incluso comer carne en su libre albedrío de espíritu; ellos tuvieron juicio de criaturas antiguas de un planeta, ahora hay juicio de criaturas con ilustración, en el mismo planeta.

Escuchar La voz del divino enviado lado B

Alfa y Omega: Pueden hacer preguntas hermanos.
Hermano: Ehhh, una pregunta: ¿Quiénes pidieron los Mandamientos?, lo que hace rato… estoy escuchando que dice: Pidieron ¿no? No sé a quién se refiere: Lo pidieron. ¿No?
Alfa y Omega: Ehhh… La criatura humana pide Mandamientos como pide la vida; cuando se pide a Dios la vida…
Hno. Pero acá actualmente también se piden leyes.
Alfa y Omega: Sí, es la criatura la que pide, el Eterno no impone nada; Dios es tan infinito, que El no tiene el complejo de imponer. Imponer —dice el Padre—, es un complejo de poder; se ve obligado a imponer; y El no tiene complejos, a El se le pide y El concede, y se acabó la historia. Por eso se dice que Dios es infinito. Dice el Padre: Jamás he impuesto a nadie en el universo desde que hay universo, no he tenido necesidad de ello, —dice el Padre—
Y nadie puede poner en duda esto, porque el que lo pone en duda está limitando a su propio Dios, le está poniendo peros, y más vale no ponerle peros. Entonces, cuando se piden los Mandamientos, los Mandamientos se piden —dice el Padre—, según la moral alcanzada por la criatura. Es así que estos Mandamientos de la Tierra, pueden resultar primitivos para otros mundos perfectos, que ya los pasaron cuando ellos eran imperfectos; nadie…
Hermano: ¿Pueda que hayan tenido la misma ehhh… evolución o creación que la Tierra, en otros planetas?
Alfa y Omega: Sí.
Hermano: El mismo sistema.
Alfa y Omega: Se lo voy a explicar: Lo igual es infinito; lo que se repite, y lo desigual, también es infinito.
Hermano: ¿Y por qué entonces dice… que otros planetas están más superados que nosotros?
Alfa y Omega: Porque han avanzado más; como nadie es único, como está escrito, las antigüedades no son únicas.
Hermano: Osea quiere decir que fueron creados antes que nosotros.
Alfa y Omega: Lo de Dios no tiene ni principio ni fin. En todos los planetas antiquísimos, buscan al más antiguo que ellos, y cuando lo encuentran, ese planeta que encontraron, está buscando a otro que es más antiguo que él; y así usted se remonta hasta donde su mente pueda imaginar. Después del Padre hay eternas y misteriosas búsquedas en el cosmos que no tienen límites, porque la obra de Dios no tiene límites; es por eso que nadie se proclama en el universo único, sólo el Creador es único, sea en el macro, en lo mayor, o en el micro, lo menor; cuando la criatura pide vida, pide las características de la vida, y se pide vida a Dios partiendo por la más grande inocencia que la mente pueda imaginar; se piden vidas porque no se conocen esas vidas, y el Eterno le ofrece a sus hijos, tantas vidas como quieren sus hijos, ¿no se le enseñó que Dios era infinito? Por lo tanto, en las existencias no hay que encerrarse en una. El que se encerró en una, conscientemente o inconscientemente le está poniendo límite al Eterno; y más vale no ponerle límites, porque dice el Padre: El que achica a Dios, se achica a sí mismo, achica su premio. Entonces cuando se pide vida, en el caso de los seres humanos, los espíritus le dicen: Padre Eterno… ¿qué es el olvido del pasado?, desconocemos esa sensación como Tú sabes.
Todo se pidió como sensación desconocida; todo lo que siente la criatura, —instante por instante—, no se conocía, por eso se dice la Prueba de la Vida. Aquí —dice el Padre—, nadie tiene asegurada la vida humana, porque está en prueba nomás Hijo. El que fue digno de la vida, puede volver a tener vida humana, —porque fue digno que no violó la ley—, el que fue indigno no tiene más vida humana; —puede pedir otras formas de vida, pero la humana no—. Y esto llena de vergüenza a la criatura; que no se le tenga confianza porque empleó mal una vida ante Dios.
La prueba de la vida —dice el Padre—, indica que nadie está seguro, el juicio es la última palabra en la prueba; por algo se anunció un juicio a la criatura, porque había una causa. Si nosotros no tuviésemos causa, —no hubiésemos pedido la vida, el pedido mismo es la causa—, nosotros tendríamos derecho a reclamar del juicio y decirle al Eterno: Padre: ¿por qué nos das juicio si no tenemos causa? A nosotros nos mandaron al planeta.
Y resulta que nosotros pedimos al Eterno; eso se llama: El libre albedrío del que pide. Entonces cuando se pide vida, los espíritus empiezan a pedir todas las sensaciones que no conocen.
Padre Eterno —le dicen— ¿qué es no verte a Tí en el lejano planeta Tierra?, desconocemos esa sensación.
Entonces el Eterno desaparece de ellos y los espíritus empiezan a buscarlo, y vuelve a aparecer radiante y alegre como un niño. El Eterno: ¿ves hijo?, esto es no verme.
La humanidad pidió no ver al Eterno en un instante llamado vida, porque la humanidad desconocía tal sensación.
Padre Eterno —le dicen los espíritus—, ¿qué es la muerte?, queremos conocer la muerte; como Tú sabes, no la conocemos, desconocemos la sensación de la muerte.
El Creador les dice: Hijos, la muerte es una transformación, ¿qué clase de muerte queréis?, lo mío es infinito, las clases de muerte son infinitas. ¿Queréis muerte por desaparecimiento del planeta? -eso se llama muerte misteriosa pedida a Dios-. ¿Queréis muerte por transformación física? —que teniendo una forma de repente tiene otra, y la que tuvo ya murió—. La humanidad pidió muerte por putrefacción, porque no conocía la pudrición, y se concedió. Sensación por sensación; todo cuanto usted pueda imaginar se pidió a Dios, es por eso que el juicio es sensación por sensación.
Hermano: Eh, perdón hermano, se supone de que si yo deba morir, ¿debo haberlo pedido morir así?
Alfa y Omega: Sí.
Hermano: ¿En qué instante le pedí?
Alfa y Omega: Aquí hay una cosa, las criaturas pidieron la muerte y pidieron a la vez, la incertidumbre en la muerte; por eso que casi nadie puede profetizar su muerte, esta sensación se pidió a Dios.
Hermano: Pero no, ehhh… perdón, no…, no le entiendo… no…, ¿En qué instante, en qué lapso de tiempo le he pedido morir así, de ese modo?
Alfa y Omega: Cuando se pide vida, cuando el Creador le da la vida…
Hermano: Pero El no pide vida, tampoco.
Alfa y Omega: Sí, y …
Hermano: ¿Cuándo he pedido vida yo?
Alfa y Omega: Usted pidió vida en el Reino, cuando era inocente todavía, carente de ciencia.
Hermana: En forma espiritual.
Alfa y Omega: Usted no recuerda porque pidió olvido, ese olvido que tiene, que usted lo siente —y nadie puede negar que usted tiene un olvido—, se pidió a Dios porque no se conocía.
Hermano: Osea, ¿se supone que yo estaba en el Reino de los Cielos?
Alfa y Omega: Justamente.
Hermano: Y le pedí venir acá y morir de esa forma; y después de esa muerte ¿qué va a pasarme? ¿El me va a juzgar de lo que hice?
Alfa y Omega: Siempre que usted haya pedido juicio después de la existencia.
Hermano: ¿Y si no pedí juicio?
Alfa y Omega: Lo pide cuando usted lo determina. Todo se pide a Dios, El nada impone.
Hermano: Osea yo podría vivir dos, tres vidas ¿y después pedir un juicio?
Alfa y Omega: Sí, puede vivir usted trillones de vidas y no pedir juicio, eso es un instante para Dios. Donde está el Eterno, existe el tiempo celeste, un segundo celeste equivale a un siglo terrestre; es por eso que se dice, que sólo hace unos instantes, que Dios hizo el mundo. Seis días dice el Evangelio ¿no?
Hermano: ¿Sobre qué base hace la comparación, de que un segundo ehhh… —como se llama—, un segundo espacial es igual a un siglo?
Alfa y Omega: Porque lo de Dios es tiempo eterno, y los tiempos de los planetas son relativos. Todo tiempo planetario del universo está subordinado al tiempo de Dios.
Hermano: ¿Sería solamente… como una conjetura nomás?
Alfa y Omega: No, es una realidad. El hombre está viviendo los tiempos relativos de los planetas, sabe la edad de los planetas, sabe que nada es eterno, sabe que los planetas envejecen y desaparecen; en cambio, se le enseñó que el tiempo de Dios es eterno, y es eterno. Sabe ambas cosas, lo que le falta ahora al hombre es la ciencia, la relación que existe; es como quien tiene el dato y faltan los detalles, ¿comprende?; ahora el Padre da los detalles; es un trabajo fascinante, relación de los tiempos planetarios con el tiempo de Dios; porque todo tiempo salió del tiempo de Dios, y todo tiempo pidió tiempo para su desarrollo, tiempo para los actos de las criaturas, y tiempo de juicio; hay tres tiempos en el tiempo. Los tiempos tienen jerarquía, como tienen jerarquía las criaturas pensantes, los tiempos tienen trinidad, como tiene trinidad la criatura; todo lo que tiene uno, lo tienen los elementos en sus leyes de elementos, nadie es menos ante Dios. Cuando se pide vida, uno lo hace conversando con los elementos en presencia de Dios; uno conversó con las aguas, conversó con el fuego, conversó con la gravedad; eso se llama alianza con los elementos; todos pidieron causa ante Dios en su respectiva ley, por eso que hasta los elementos son juzgados por Dios, como es juzgada la criatura espiritual; nadie es menos ante Dios; eso está representado en el bautismo, usted sabe que el bautismo… el Sacramento, es a base de agua; eso significa que donde se hizo la molécula de agua, se hizo uno; en el mismo lugar, por el mismo Dios, en el mismo punto del espacio.La criatura humana —dice el Padre—, en otras existencias fue molécula de agua, fue microbio.
Hermano: Dígame hermano, esteeee… en la religión cristiana ¿no?, a los niños se les bautiza, digamos, de acuerdo a la posibilidad del padre; así sea naciendo o cumpliendo un año; ehhh… Nuestro Señor Jesucristo fue bautizado a los treinta y tres años ¿no?
Alfa y Omega: Sí.
Hermano: ¿Cuál…? ¿por qué sistema cree usted más conveniente, de hacer el bautizo a la criatura o al ser humano?
Alfa y Omega: Dígame en qué sentido dice usted: el sistema.
Hermano: Porque digamos, la criatura siendo pequeña ¿no?, prácticamente al momento de bautizarlo, le están inculcando a abrazar la religión cristiana, sin tener conocimiento de nada.
Alfa y Omega: Sí.
Hermano: (ininteligible) ¿Cree que es conveniente eso, o no?
Alfa y Omega: Dice el Padre: Cuando se menciona la palabra Dios en un sacramento, es conveniente, porque El todo lo puede; pero aquí hay otra cosa, cuando se pidieron los sacramentos a Dios, los sacramentos se pidieron como un algo propio; el sacramento habla delante de Dios en sus leyes de sacramento, como habla el espíritu en sus leyes de espíritu; cada uno pidió practicar el sacramento con otro, lo más que podía en la prueba de la vida. El que no practicó los sacramentos, tiene juicio de parte de los sacramentos de haberlos mirado en menos. Aquí va a ser otro llorar para la humanidad. Dice el Padre: Como se enseñó que Dios está en todas partes, el hogar donde se vivía debió haber sido el templo, porque El está en todas partes, y es más fácil que entren al Reino de los Cielos, los que tuvieron por templo su hogar, —cumpliendo lo del Evangelio, que está en todas partes—, a que entren aquellos que fueron a hacer práctica a extraños templos, no escritos en el Reino de los Cielos; porque dice el Padre Jehova lo siguiente: Las llamadas religiones Hijo, no son del Reino de los Cielos; ninguna filosofía que le divida a sus hijos en los lejanos planetas; nada dividido se conoce en el Reino, se desconoce.
Hermana: Y dígame, y todas aquellas personas que han sido bautizadas por la religión católica, y en la mayoría de edad abraza otra religión y vuelve a ser bautizada, digamos…, ¿qué valor tendría?
Alfa y Omega: Ahí tiene mérito dividido, porque está la influencia de la división.
Hermana: ¿Y delante de Dios?
Alfa y Omega: Igual se juzga. Dice el Padre: La prueba de la vida consistía en saber a quién se seguía, a quién se servía; por eso se enseñó: El que busca encuentra; en otras palabras, en la prueba de la vida había que convertirse en el más grande investigador de las cosas de Dios, e ir tachando los errores.
Hermana: Pero si las dos religiones persiguen la misma cosa, digamos… buscar a Dios, salvar su alma.
Alfa y Omega: Sí, indudablemente; pero aquí hay una cosa, que las religiones no están en el Evangelio, no están en la Biblia tampoco.
Hermana: Pero cada religión digamos, hace un sacramento ¿no?, el sacramento del bautizo.
Alfa y Omega: Este problema, es problema de cada uno; cada uno en la individualidad debió haberse dado cuenta. Porque en el Juicio de Dios, ninguna religión lo va salvar de lo que le venga en el juicio; cada uno es… según sus obras.
Hermana: ¿Y cuál es la verdadera religión?
Alfa y Omega: La verdadera religión —dice el Padre—, es la que no divide. Cuando su Hijo Primogénito Solar Cristo dijo: Sobre esta iglesia, sobre esta roca construiré mi iglesia; ni remotamente pensó en una iglesia dividid. Es lo mismo que cualquiera de ustedes hace una empresa y a la vez la quiere dividir, ¿qué pasa?, ¡se hunde pues…! Uno parte para allá, otro para acá y su obra queda en nada.
Hermano: Pero ya puso como base a una iglesia.
Alfa y Omega: Sí.
Hermano: ¿Osea que a esa iglesia todos deberían de acudir?
Alfa y Omega: Sí, pero no a la iglesia con división; porque le advirtió: Sólo satanás divide. Entonces, la iglesia creada por los hombres —dice la Revelación—, no es la de Cristo; El hizo una iglesia unida.
Hermano: Una sola.
Alfa y Omega: Una sola, igualitaria; es indudable, lógico. Y si usted le pregunta esto a un sacerdote le dice igual: Indudablemente el Hijo de Dios, como Dios mismo, quiere lo mejor para sus hijos —le dice—. Y esto es sin dudar para ellos. El Padre, con palabra y psicología más sencilla que la mente pueda imaginar, explica lo más difícil, nada es imposible para Dios. Y El dice: A la palabra sotanas —Hijo—, tú le quitas la o y le pones la a, y tienes Satanás. Entonces dice el Padre: El juicio empieza hijo, por los más poderosos, por los más influyentes, por los más engreídos de un extraño sistema de vida, que nadie pidió a Dios.
El sistema de vida basado en las leyes del oro, nadie lo pidió a Dios, porque nada injusto se pide a Dios, ni los llamados ricos pidieron este sistema de vida. ¿Van comprendiendo ahora, lo que dice el Evangelio?, el llorar y crujir de dientes, —en forma microscópica—, porque esto es infinito. Entonces dice el Padre: El Juicio empieza con los llamados religiosos, empieza por los que me confundieron a mis hijos, empieza por ellos. El Padre les llama a ellos: La Gran Ramera en Revelación, que comerció con el mejor postor. Cuando surgía una nación, allá iba la ramera… bendiciones…. Sabía que la nación fabricaba armas, sabía que se mataba… igual, la abrazaba, bendecía a los reyes; le daba lo mismo.
Hermano: ¿Por qué Dios —digamos—, no puede unificar todo en una sola religión?
Alfa y Omega: El término está mal dicho hermano; el que tenía que unificar era el hombre, porque la prueba era para el hombre, el Eterno sólo observa lo que a El se le pidió.
Hermano: No.., está bien, pero el hombre es el que divide pues.
Alfa y Omega: Sí, pero el hombre pidió tiempo, espacio, filosofía para sus actos; pidió juicio, y el Padre respeta el tiempo que se le pidió a El.
Hermano: Esto, lo que ha pedido, ¿es lo que me contestó que era antes de nacer?
Alfa y Omega: Sí.
Hermano: Osea que él pidió. ¿Y cómo se comprueba eso?
Alfa y Omega: Por el Juicio anunciado. Si se anunció un juicio, significa que esto tiene un fin, que tiene un término; el juicio es la última palabra en todas las cosas.
Hermano: ¿En el juicio está comprendido, la destrucción del mundo o no?
Alfa y Omega: ¡Ahhh!, interesante. El Juicio de Dios no es la destrucción del planeta, porque El no destruye su obra; el Juicio de Dios marca el fin de un extraño sistema de vida, desconocido en el Reino de los Cielos; es la caída de un sistema, y nace otro.
Hermano: Donde dice: Marca el fin del sistema de vida. ¿En forma general?
Alfa y Omega: Sí.
Hermano: ¿O progresivamente?
Alfa y Omega: Todo. Porque El creó todo y juzga todo.
Hermano: ¿Osea que se destruye prácticamente toda la humanidad?
Alfa y Omega: No. Aquí hay transformación, no destrucción. El transforma a los seres por costumbres, El no emplea la fuerza, no tiene necesidad de usar la fuerza, es tan infinito que no usa la fuerza; entonces el Hijo de Dios, provoca en este planeta, la más grande revolución; eso se llama: Los que son a la izquierda, —los del Cordero—, y los que son a la derecha, —los de la bestia—. Bestia, como está en el Evangelio, significa el egoísmo, la dureza conque se gobernó un mundo. Este mundo —dice el Padre—, viene siendo gobernado por siglos por un grupo de acomplejados al oro, que como individuos no supieron vencer tal complejo; y por culpa de este extraño complejo, es que la humanidad sufre; es así, que tres cuartas partes del juicio, lo reciben los que crearon este extraño sistema de vida, y el cuarto restante lo recibe el pecador común y corriente. Es un circulo Omega, que significa juicio total, dividido por cuatro; eso se llama: El ángulo de Cristo; el cuatro que está en el Evangelio. El mayor peso del juicio se lo llevan los que crearon este sistema de vida; y dice el Padre lo siguiente: Este extraño sistema de vida —Hijo—, se tomó el extraño libertinaje, de recurrir a la fuerza para imponer su reinado.  Y El pregunta en la Revelación: ¿No están las llamadas fuerzas armadas extendidas por todo el planeta?. Eso no lo niega nadie, por siglos se ha extendido.
Si este sistema de vida no se hubiese basado en la fuerza, nosotros tendríamos que pagar todos los pecados completos. El sólo hecho de valerse de la fuerza para imponer un sistema de vida, tres cuartas partes la pagan los creadores del sistema, por el solo hecho de usar la fuerza. La prueba de la vida consistía en no usar la fuerza. Otro llorar para los que dirigen, porque tres cuartas partes menos del Juicio de Dios, ya es como un premio ante Dios. Un hermano por ahí me decía: menos mal —me decía—, tres cuartas… ¡menos!, menos mal, es un consuelo. Pero no es nada un consuelo, para el que le cae tres cuartas partes.
Hermano: Ehhh, una pregunta. Usted antes habló… que sacándole la o a la sotanas quedaba satanás ¿no?; ehhh… ¿Debo entender de que la Iglesia Católica está equivocada?
Alfa y Omega: Indudablemente que se equivocó de camino, no tradujo lo de Dios en forma sincera; porque dice el Padre: La prueba de los que tradujeron mi Evangelio Divino —dice—, consistía en sacar una sola psicología en la traducción para los humanos, para no confundir al planeta. Los que tradujeron las Escrituras de Dios, —que son como trescientos personajes en todas las épocas—, tienen un juicio aparte; porque todo espíritu es probado por Dios, hasta ellos son probados. La traducción —dice el Padre-— de su Evangelio, no se hizo fiel, porque los hombres traducían las cosas de Dios de acuerdo a los intereses de la época; se falseó mucho delante de Dios, por conveniencias de la época. Eso se paga en el juicio.
Hermano: Entonces, ¿cuál es el real Evangelio?
Alfa y Omega:  El Evangelio verdadero —dice el Padre—, es aquel que no divide a nadie; y la verdadera adoración a Dios, es el trabajo, y no hay más.
Hermano: Osea que debo entender de que, las religiones y las sectas estarían demás, si uno se dedica enteramente a su trabajo, ¿no?
Alfa y Omega: Justamente, y se lo voy a explicar: Cuando El le dijo: Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, El quiso decir a la humanidad: Imítame en el sacrificio, todo lo que te cuesta vale más delante de Dios, —quiso decirle—. Todo lo que cuesta sudor y sale de uno, es auténtico delante de Dios, porque salió de uno; entonces, el trabajo tiene premio segundo por segundo, de todo el tiempo que trabajó Es más fácil —dice el Padre—, que entre al Reino de los Cielos, uno que trabajó toda la vida, a uno que asistió a templos materiales toda la vida; los que asistieron a templos materiales adorando imágenes, no tienen puntaje, porque se le advirtió en el Evangelio: No adorarás imágenes ni semejanza, ni templo alguno. Estaba avisada la humanidad.
Hermana: Pero Jesús dijo: Este es el templo de mi Padre.
Alfa y Omega: Sí.
Hermana: Y botó de allí a los mercaderes.
Alfa y Omega: Sí, pero él lo dijo pensando en un templo de unidad para el mundo, no dividido.
Hermana: No es como lo cuentan…
Alfa y Omega: Usted nunca se ponga en la cuestión de la división. Satanás le dividió a los ángeles del Padre, no sea cómplice.
Hermana: Pero ahí digamos, era un templo, un local, donde los sacó Jesús a los…
Alfa y Omega: Exactamente, pero El lo dijo para enseñanza de la psicología de la época.
Hermana: Pero así no se entendió…
Hermano: Pero no lo entendieron en esa época ¿no?
Alfa y Omega: No, no le entendieron.
Hermano: ¿Por qué no empleó entonces otro… otro lenguaje más adecuado a esa época?
Alfa y Omega: El se los dijo en más de una oportunidad: Si no entendéis las cosas terrenales, menos entenderéis las celestiales.
Hermana: Pero precisamente para entender hay que explicar, ¿no?
Alfa y Omega: Indudablemente; entonces si él no quiso explicar, es problema de su libre albedrío de él, ya no es problema nuestro.
Hermano: Pero el problema nos lo dejó a nosotros, que no lo entendimos entonces.
Alfa y Omega: Sí, porque el espíritu humano pidió prueba de vida. Nótese, el Eterno no le dio toda la nueva a la criatura cuando pidió vida, el Hijo de Dios no le dio toda la luz tampoco; y se han preguntado ustedes ¿por qué?, ¿con interrogativo?. Porque cuando se pidió vida a Dios, se pidió ser probado en la vida, partiendo por las Escrituras. En otras palabras, el Hijo de Dios dejó una doctrina, que en nada tocó el libre albedrío humano en los actos propios; porque los actos tenían que ser auténticos de uno, de acuerdo a la prueba que se pidió a Dios; osea que una parte tenía que ponerla la individualidad. Eso se llama Alianza del Entendimiento entre criatura y el Hijo de Dios. Si el Hijo de Dios le da todo lo que viene, le explica todo con sus mínimos detalles, ya deja de ser prueba, ya sabemos todo; en cuanto al destino, sabemos todo; sin embargo pidió la prueba, pidió la lucha mental por comprender la verdad.
Hermana: Y uno necesita ayuda, por ejemplo, en esa búsqueda…
Alfa y Omega: Indudable, indudable que la ayuda es una caridad ¡ah!
Hermana: ¿Cuál es la ayuda que se necesita ahora?
Alfa y Omega: Ehhhh, la ayuda —dice el Padre—, consiste en investigar las cosas de Dios. Hay muchos seres muy avanzados en sabiduría que ayudan a otros. Entonces dice el Padre: Es más fácil que entre a su Reino, uno que buscó la verdad, aunque sea una molécula, a que entre uno que no lo buscó; porque el que buscó una molécula, esa molécula lo defiende delante de Dios, en sus leyes de molécula; —ése ya tiene quien lo defienda ante Dios, aunque sea una molécula—, el otro…
Hermano: En ese caso, ¿estarían comprendidos solamente los científicos nomás?
Alfa y Omega: No, no confunda.
Hermano: Es una molécula pues…
Alfa y Omega: No, aquí se refiere en todo orden de cosas; los científicos…
Hermano: Porque digamos, las moléculas… esta silla está formada por moléculas; el cuadro, todo lo que se ve está formado por moléculas ¿no?; pero dentro —digamos—, eh… esencialmente, osea… la esencia de la molécula ¿no?
Alfa y Omega: Quiere decir, quien buscó lo más mínimo. Imaginemos…, uno pensó: …Debe haber Dios que haya hecho ese gesto en la vida…, y nada más. El otro, ni eso dijo, ¿va comprendiendo?
Hermano: Osea que la molécula, es solamente en sentido figurado.
Alfa y Omega: Exactamente. Entonces eso quiere decir, que hasta lo más microscópico es premiado por Dios; El premia lo microscópico cuando se ha ganado el premio, y castiga lo microscópico cuando se ha violado la Ley…